...pero sin dejar nada atras. Todo lo llevo conmigo, lo guardo en el pecho aunque me hiera, aunque muera por dentro. Los momentos más dulces se han podrido y provocado que miles de insaciables gusanos carcoman mi alma entre sueños y realidad.
Ya casi me han devorado por completo, lo que queda son despojos crudos, remojados en una esperanza venenosa. Su sabor agridulce me recuerda cada exquisito sorbo que obtuve de tus labios. La mejor forma de morir hubiera sido a tu lado, pero que he hecho para merecerme tan exclusivo privilegio. Despues de todo ambos saboreamos la misma mortifera posión por accidente, pero tu aceptaste tomar el antidoto de otros labios. Al verte lo intenté, pero cualquier otro sabor me repugna. Lo siento, pero prefiero morir retorciedome y mantener tu sabor en mi boca. Me conformo con saber que para mi, fuiste tu y nadie más.
